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La comunidad se concibe como una red dentro del tejido de la vida. Sin embargo, para que se manifieste en un espacio y en un tiempo dado, debe encontrar una materialización. Todo ello confluye en la maloca, cuya construcción resguarda y, a su vez, refleja el sentido de la comunidad31. Aunque se puede notar que se toman principios constitutivos de comunidades indígenas localizadas en un territorio específico, estos se adaptan a las condiciones sociales y culturales del ámbito urbano en donde el taita realiza la mayoría de sus actividades.

La conformación de la comunidad se ha dado en el transcurso de lo que llamaremos acontecimientos originarios o embrionarios: la constitución de la Fundación Carare, el bautizo de la niña Itory Salomé, la inauguración de la maloca Maya Kamurú Pirú (Casa de pensamiento Bonito) en la Finca El Sol Naciente y los viajes a Coveñas (Sucre) en Enero de 2010 y a la laguna de Tota (Boyacá) en mayo de ese mismo año. Estos acontecimientos han llegado a congregar a unas 600 personas que, como las mareas, han ido y venido.

La constitución oficial de la Fundación Carare en el año 2003 fue el primer acontecimiento originario. Junto al taita se congregaron algunos hombres y mujeres alrededor del mismo propósito. Su conformación en el marco de la legalidad colombiana ha permitido llevar a cabo varios proyectos. En el área de prácticas medicinales el taita Orlando, en conjunto con otras personas de las áreas de la salud, ofrecen atención en medicina alternativa, en psicología y terapias físicas. Los médicos, psicólogos y terapeutas han complementado su aprendizaje profesional con los conocimientos del taita. Este grupo extiende las consultas a la finca El Sol Naciente los días de ceremonia y a otros lugares donde el taita realice consultas o ceremonias (cabildos Muiscas en Bogotá; en Medellín; en Castilla la Nueva - Meta; y en Tota – Boyacá).
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