Odio

Si la ira no se controla se llega al odio, éste trae angustia permanente, contraria a las otras emociones que son momentáneas. La angustia puede traer venganza, se está pensando todo el tiempo. Aquí el odio se va a los huesos, al alma, a la esencia de la vida de lo humano, aparecen enfermedades óseas, se piensa matar o en el suicidio.